domingo, 8 de mayo de 2011

Leon Panetta, director de la CIA, agujeros negros y ahogamientos.

REPORTAJE: EL MUNDO DESPUÉS DE OSAMA
Torturas y agujeros negros de la CIA
Setmarian, fundador de Al Qaeda en España, secuestrado desde 2005, permaneció en manos de Estados Unidos y fue entregado a Siria. Lo revelan documentos secretos obtenidos por EL PAÍS

JOSÉ MARÍA IRUJO 08/05/2011




Se acabó un misterio, pero prevalece un caso de torturas. Mustafá Setmarian, el fundador de Al Qaeda en España, detenido en 2005 en Pakistán, entregado a la CIA y desaparecido en los siniestros agujeros negros creados por la agencia de inteligencia norteamericana, se encuentra en una prisión de Siria, según reflejan documentos secretos del Departamento de Defensa de EE UU a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Este maestro de la yihad global, desaparecido hace seis años, es el paradigma de los métodos empleados por el Ejército norteamericano y la CIA para obtener información en la denominada guerra contra el terror iniciada por la Administración del presidente George W. Bush. Su captura hizo albergar esperanzas de que les condujera hasta la madriguera afgana o paquistaní de Osama Bin Laden, donde este último ha sido finalmente abatido.

* Fulgor y caída de Bin Laden
* Anatomía de una imagen

CIA
(Agencia Central de Inteligencia)
A FONDO

Sede:
Washington (Estados Unidos)




El sirio español ha permanecido varios años en cárceles secretas y ha sido interrogado sobre el paradero de Bin Laden.

Los 11 presos sirios en Guantánamo son discípulos de Setmarian, según se lee en sus fichas penitenciarias.

La tortura a los detenidos para descubrir al jefe de Al Qaeda ha sido reconocida por Leon Panetta, de 72 años, el director de la CIA que ha dirigido la caza y liquidación del emir saudí. Además, los servicios antiterroristas norteamericanos han practicado el secuestro y desaparición de jefes de esta organización como Setmarian, el sirio nacionalizado español, de 52 años, casado con una madrileña y padre de cuatro hijos, que alcanzó el número cuatro de la organización tras diseñar los métodos de combate de la nueva yihad y por el que el Federal Bureau of Investigation (FBI) ofrecía cinco millones de dólares, justo detrás de Bin Laden y Ayman al Zawahiri.

Las autoridades de EE UU han declinado facilitar datos sobre el paradero de Setmarian pese a las gestiones de su esposa, Helena Moreno, residente en Doha (Catar), del Gobierno español y de diversas organizaciones de derechos humanos que han denunciado su prolongada desaparición, que todavía continúa. En 2009, el FBI contestó a una comisión rogatoria del juez Baltasar Garzón con una lacónica y ambigua respuesta: "No está en territorio de EE UU". Este servicio retiró la recompensa que ofrecía por el jefe de Al Qaeda y borró su nombre de la lista de los terroristas más buscados pocos días después de su detención. "No hay mayor tortura que la desaparición de una persona. No sabemos nada de él desde hace seis años", repite una y otra vez su esposa en las conversaciones telefónicas mantenidas con este periódico.

Durante años, Setmarian ha sido interrogado en agujeros negros de la CIA por si pudiera facilitar pistas sobre el paradero de Bin Laden, de Ayman al Zawahiri y del mulá Mohamed Omar, con los que colaboró durante años en Afganistán. La última pista del terrorista sirio condujo hasta un barco prisión del Ejército norteamericano en su base naval y aérea de Diego García, isla británica en el océano Índico donde han permanecido presos yihadistas calificados de alto valor informativo para ellos, según testimonios de varios exagentes de la CIA. "Este barco está haciendo algunas cosas buenas que no puedo revelar", afirmó tras el 11-S el vicealmirante norteamericano David Brewer sobre su criatura preferida, el buque de asalto anfibio USNS Stockham.

Semanas después, en las celdas de Guantánamo, el ruso Rustam Akhmiarov y el británico Moazzam Begg recibieron confidencias de compañeros en las que les hablaron de otro limbo más oscuro, de un limbo en el mar, de cárceles flotantes peores que la base en la isla de Cuba. Y les detallaron en qué consistían "las buenas acciones" de las que habló el vicealmirante Brewer: torturas interminables a presos hacinados en las bodegas de varios barcos norteamericanos.

Begg, expreso británico, explica ahora las diferencias entre Guantánamo y una cárcel flotante: "El aislamiento es absoluto. Es el limbo de los limbos. No hay abogados ni miembros de la Cruz Roja que puedan visitarte o identificarte". Exactamente lo que le ha ocurrido al pelirrojo Mustafá Setmarian, al que nadie ha visto desde su detención en Quetta, un feudo de Al Qaeda en Pakistán.

Las fichas secretas de los 11 presos sirios en Guantánamo elaboradas por el Ejército de EE UU y a las que ha tenido acceso este periódico demuestran que las autoridades norteamericanas sí saben dónde está este presunto jefe de Al Qaeda. Los expedientes están plagados de referencias a Mustafá Setmarian, Abu Musab al Suri, su entrenador y profesor en la asignatura del terror en Afganistán, y en dos de ellas se señala que fue detenido y transferido a Siria. Es la primera vez que sale a la luz un documento oficial norteamericano en el que se recoge el paradero del hombre al que Bin Laden despidió en otoño de 2001 con un abrazo y dos besos en las cuevas de Tora Bora (Afganistán) tras encargarle el diseño de la guerra santa del futuro, según reveló el propio sirio en un manifiesto que hizo público antes de su captura en 2005.

El informe de evaluación del preso Ali Husain Shaabaan, de 29 años, uno de los discípulos aventajados de Setmarian, fechado en marzo de 2008, dice que entre diciembre de 2001 y octubre de 2005 el yihadista sirio español desaparecido trabajó "en el diseño estratégico y militar de la futura yihad. Este diseño incluía el uso de armas de destrucción masiva, tanto nucleares como químicas y bacteriológicas, así como la bomba sucia. Abu Musab al Suri fue capturado en octubre de 2005 y transferido a Siria". Esta última frase, donde se reconoce su entrega a las autoridades sirias, va acompañada de una cita en la que aparecen tres informes del FBI.

El preso Ali Husain Shaabaan estudió en una escuela de Utayba, localidad siria situada a una hora y media de Damasco; trabajó en la tienda de su padre y viajó a Afganistán atraído por la yihad, donde se alojó en una casa de huéspedes para yihadistas sirios cerca de Kabul, según ha relatado a sus interrogadores en Guantánamo. Cada tres meses recibía un sobre que contenía dinero, mientras estudiaba el Corán, le enseñaban a manejar un rifle AK-47 y a participar en operaciones suicidas. El barbudo Ali Husain se entrenó en el campo afgano de Al Ghuraba que dirigía el propio Setmarian y que estaba ocupado por sirios, en su mayoría pertenecientes a los Hermanos Musulmanes, movimiento integrista perseguido en Siria y con una fuerte implantación en numerosos países árabes. El informe del preso destaca la efervescente actividad de este campo terrorista y define a Setmarian como un estrecho asociado de Bin Laden.

En la ficha firmada por el contraalmirante de la Marina de EE UU Mark H. Buzby se lee lo siguiente: "Abu Musab al Suri (Setmarian) creó un campo para entrenar árabes. El campo se llamaba Al Ghuraba (los extranjeros) y estaba cerca de Kabul. Allí se enseñaban sistemas electrónicos y preparación de artilugios explosivos accionados a distancia... Abu Musab al Suri es un asociado a Al Qaeda, entrenador de muyahidin, un teórico del islamismo con una larga historia de apoyo a los extremistas islámicos".

La ficha de 14 folios de Masun Abdah Muhammad, de 39 años, otro discípulo del desaparecido Setmarian, está fechada en abril de 2008 y recoge parecidas referencias a la anterior, así como la afirmación de que el fundador de Al Qaeda en España fue entregado a las autoridades sirias. Masun fue entrenado en el mismo campo terrorista de Al Ghuraba al que acudieron la mayoría de los sirios recluidos en Guantánamo, casi todos miembros de una célula salafista desarticulada en Damasco. Allí encontraron un buen refugio con el amigo Mustafá.

Setmarian vivió durante más de una década en Madrid y Granada bajo la tapadera de vendedor de objetos árabes, estudió en la escuela de idiomas de Madrid y se casó con Helena Moreno. Los padres de esta se negaron a asistir a su boda en una mezquita de Madrid y les costó años recuperar la relación con su hija. En los noventa Mustafá fue vigilado por la policía, grabado en vídeo y fotografiado por sus actividades de proselitismo. "De cabello pelirrojo, 1,70 de altura, ojos verdes, barba de elegante corte, tez clara y aspecto occidental", le define un informe policial. Entonces, su redactor no imaginó que este tipo llegaría hasta la cúpula de Al Qaeda.

Mustafá, el hombre que trabajó en Londres dirigiendo la revista del Grupo Islámico Armado (GIA) a las órdenes de Abu Qutada, un palestino icono de los autores del 11-S, fue reconocido recientemente por un testigo protegido como presunto autor del atentado al restaurante El Descanso, en Madrid, en 1985, en el que murieron 18 personas. Su desaparición a manos de la CIA ha impedido que se profundice en el testimonio de esta persona herida en aquel ataque, un testigo que logró la reapertura del caso archivado hasta que se encuentre a los autores. "No tengo ninguna duda de que fue él. Lo reconocí al ver su fotografía en el periódico", afirma ahora la víctima, que perdió en el atentado a dos de las personas que le acompañaban.

La entrega secreta de Setmarian a Siria implica que se prolongará la agonía de su familia, ya que las autoridades de ese país tampoco reconocen tenerlo, pese a las reiteradas preguntas de Helena. Su silencio es igual de inquietante que el de las autoridades de EE UU. ¿Seguirá en Siria? ¿Estará vivo? No hay evidencias de nada. "Cuando llegan a Damasco, desaparecen. Lo denuncia Amnistía Internacional", advierte la esposa ceutí de Mohamed Zaher, de 43 años, un sirio residente en Granada que, tras cumplir una pena de ocho años por pertenecer a una célula yihadista, ha recibido la orden de expulsión "por razones de orden público y seguridad ciudadana". "En mi país, si entras a la cárcel ya no ves la luz, desapareces o mueres", afirma Mohamed.

¿Qué es peor: estar desaparecido en un agujero negro (cárcel secreta) como ha permanecido Setmarian o preso en Guantánamo? Jaled Seij Mohamed (KSM), de 46 años, el cerebro del 11-S, pasó por cárceles secretas de la CIA en Tailandia y Polonia hasta reaparecer en 2006 en el penal de la isla cubana. Su ficha penitenciaria no recoge la menor alusión a los interrogatorios que sufrió, al igual que las del resto de reclusos. Pero informes de la CIA aseguran que este paquistaní que se inició en la yihad con 11 años y estudió ingeniería mecánica en la Universidad norteamericana de Carolina del Norte sufrió el waterboarding (simulación de ahogamiento) 183 veces en marzo de 2003, días después de su detención en Pakistán. Supuestamente, facilitó en estos u otros interrogatorios el nombre del mensajero kuwaití que acaba de conducir hasta el refugio en Abbottabad de Bin Laden. El mujeriego Jaled, el tipo que cautivó al emir de Al Qaeda con sus terribles proyectos contra EE UU y sus aliados, sigue en Guantánamo. Su expediente en el penal no le atribuye como a la mayoría de los presos un potencial informativo, porque ha sido explotado hasta la médula.

Igual suerte corrió Abu Zubaydah, un palestino de 40 años, detenido en 2002 en Faisalabad y reaparecido en 2006 en Guantánamo después de cuatro años engullido por los agujeros negros. El tuerto Zubaydah sufrió 83 simulaciones de ahogamiento hasta que vomitó su "vasta información sobre personal de Al Qaeda, operaciones, planes, finanzas y terroristas", tal como lo valora su ficha personal, fechada en 2008, que le atribuye, al igual que a KSM, alto riesgo y valor de inteligencia.

Leon Panetta, director de la CIA, ha sugerido que la tortura a presos como Setmarian, KSM o Zubaydah ha servido para capturar a Bin Laden. "Las técnicas de interrogación coercitiva fueron empleadas contra algunos de estos detenidos. No sabemos si podríamos haber obtenido la misma información a través de otros métodos". ¿Se han incluido en esas técnicas el ahogamiento simulado?, le han preguntado a Panetta, y su respuesta fue tan escueta como rotunda: "Correcto". La duda radica en si es verdad que la pista se obtuvo mediante esas torturas o es un argumento para justificar el horror de Guantánamo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Investigación

Investigación
¿Fue la caída del helicóptero de C5N un mensaje a Hadad?
AVISOS MAFIOSOS Y DEUDAS QUE SE PAGAN CON SANGRE


El llamado sonó insistente y el interlocutor nervioso: “¿Hablo con Christian Sanz?”. La respuesta afirmativa, disparó una revelación inesperada y explosiva: “Soy familiar del piloto que murió el 18 de junio pasado cuando cayó el helicóptero de C5N y quería decirle que no se trató de un accidente (sic)”.

La persona que llamaba me pedía reserva de testimonio y aseguraba que el hecho donde perdieron la vida un piloto y un camarógrafo de ese canal en la localidad bonaerense de Villa Martelli —en Vicente López—, había sido provocado adrede.

-¿Quién y por qué haría eso?, preguntó este cronista.

-No lo sé, pero está probado en el expediente que hubo disparos hacia el helicóptero y la forma en la que cayó no es normal.

-¿A usted le consta que hubo disparos? Es muy delicado lo que está diciendo.

-No sólo me consta a mí, hay testigos que escucharon al menos un disparo antes de la caída. Aparte, no sé si sabías que por razones que no se saben, se perdió comunicación durante tres minutos con el helicóptero justo antes de que cayera en picada.

El último dato es real y fue admitido por la Administración Nacional de Aviación (ANAC) a través de un comunicado oficial. El documento asegura que a las 9.10 hs de ese mismo día, “se perdió contacto con el helicóptero, de origen alemán modelo Bo 105, matrícula LV-WJX (…)tras activar el sistema de búsqueda se halló la aeronave en Villa Martelli”.

Más allá de cualquier especulación, familiar o periodística, hay que reconocer que nunca se volvió a hablar sobre la caída de la aeronave, ocurrida a las 9 de la mañana de ese inesperado viernes, cuando el camarógrafo Fernando González, de 25 años, y el piloto Enrique Miguel Vila, de 51, se dirigían al aeropuerto de San Fernando.

El silencio del propio canal C5N, que tardó varias horas en reconocer lo ocurrido, sumado al escueto comunicado que dio a conocer, incrementan las sospechas en todo sentido.

En la actualidad, hay en marcha una investigación por parte de la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), dependiente de la Fuerza Aérea, que avanza en peritajes y otros elementos de prueba y que se acumulan en el expediente 2365094. Ese tipo de documentos pueden consultarse gratuitamente en la página de la JIAAC, aunque sugestivamente este caso puntual, no.




Este periódico se comunicó con ese organismo para intentar conocer los detalles de la indagación de marras, pero desde allí se argumentó que no se podían brindar datos, al menos hasta que finalice el trámite. Lo mismo se aseguró desde la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Distrito Vicente López Oeste, donde avanza la investigación judicial del mismo hecho.


Para el perito Jorge Locles, célebre por haber investigado la muerte del hijo de Carlos Menem, ocurrida también mientras conducía un helicóptero en marzo de 1995, la trama es sugestiva. “Este tipo de aeronaves, como la que cayó en Villa Martelli, tienen mucha seguridad. A mí no me cierra, sobre todo porque el piloto tenía mucha experiencia y no hizo ninguna maniobra para aterrizar mínimamente a salvo”.

El propio Daniel Hadad admitió en su momento que Vila era “uno de los pilotos de helicópteros con mayor experiencia, de 15 o 20 años de historia". ¿Qué ocurrió entonces? ¿Por qué hay tanto misterio en torno a este hecho?

Es aventurado decir que lo ocurrido haya sido algo premeditado, pero sí debe prestarse atención, no sólo a las palabras del familiar que se comunicó con este diario, sino también a las dudas del perito y a otro hecho ocurrido hace casi dos meses.

Se trata de una trama que pasó casi desapercibida para los medios de comunicación y que ocurrió el sábado 24 de abril a la medianoche, cuando desconocidos balearon el restaurante donde Hadad celebraba el cumpleaños de su mujer, Viviana Zocco.

Diario Perfil habló en esos días con una persona del círculo más íntimo del empresario, quien confirmó que se trató de tres balazos de una pistola 9 milímetros. La comisaría 5ta, que interviene en el caso, sólo se limitó a confirmar la existencia del hecho pero no pudieron brindar detalles ya que judicialmente hay un cerrado secreto de sumario.

En ese momento, se aseguró que los balazos eran parte de un mensaje directo a Hadad por parte de ciertos acreedores que buscaban cobrar una importante suma de dinero que le habían prestado para montar C5N.

¿Tendrá algo que ver con ello la caída del helicóptero?



Christian Sanz

lunes, 28 de febrero de 2011

César Milani

Fuerzas Armadas / Cambios previstos por la presidenta
El área de Inteligencia avanza sobre el manejo del Ejército

Controla la seguridad presidencial y otros lugares clave de esa fuerza; el poder de Garré
Lunes 28 de febrero de 2011 | Publicado en edición impresa



El área de Inteligencia avanza sobre el manejo del Ejército
Cesar Milani. Subjefe del Ejército y director de Inteligencia.

Mariano De Vedia
LA NACION

Con el nombramiento del nuevo jefe de la Casa Militar, el área de Inteligencia del Ejército ocupa cada vez más espacios de poder dentro de la fuerza. Se acrecienta así, con el guiño del entorno de la Presidenta, la influencia del subjefe del Ejército, general César Milani, que además de retener en sus manos la Dirección General de Inteligencia ha colocado varios hombres de esa especialidad en puestos estratégicos dentro de la fuerza.

Además de la designación del teniente coronel Agustín Marcelo Rodríguez, que con 43 años será responsable de la seguridad de la Presidenta, provienen también del área de Inteligencia el secretario general del Ejército, coronel mayor Roberto Scorzelli, y el flamante director del área de Personal y Bienestar, general de brigada Gustavo Motta, pieza clave en las designaciones dentro de la fuerza.

Motta, de 52 años, es uno de los cuatro militares adiestrados en Inteligencia que en diciembre ascendieron a generales. Los otros tres son José Eduardo Demaría, que asumió como jefe de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas; Ricardo Mario Ruarte, comandante de la VI Brigada de Montaña (Neuquén), y Sergio Marco Piaggi, nuevo titular de la XI Brigada Mecanizada de Río Gallegos. Esta es la misma unidad que condujeron, entre otros, el teniente general Roberto Bendini -el primer jefe del Ejército designado por Néstor Kirchner- y el general Gustavo Giacosa, edecán de Fernando de la Rúa y jefe de la Casa Militar nombrado por Kirchner. "Nunca en la historia del Ejército, ni siquiera durante el Proceso, el área de Inteligencia tuvo tanto peso y poder en la estructura del Ejército", observó el analista Rosendo Fraga, ante una consulta de LA NACION.

Así, se da la paradoja de que el área de inteligencia militar, que tuvo un papel relevante en la llamada guerra sucia y es denostada por las organizaciones de derechos humanos, se muestra hoy aliada a la expresión más radicalizada que rodea a Cristina Kirchner en el Gobierno.

Nacido en Cosquín, en 1954, Milani egresó del Colegio Militar en 1975 y ocupó el puesto 63 en su promoción. Accedió a la Dirección de Inteligencia a fines de 2007 y en tres años pasó de coronel a subjefe del Ejército, un trayecto que se suele cubrir en siete años. Sus adversarios lo acusan de haber montado un sistema de persecución interna.

En diciembre último logró su ascenso a general de división tras un polémico debate en el Senado, donde le imputaron haber participado del levantamiento de Semana Santa, en 1987. Una fuente castrense reveló que el presidente provisional del Senado, José Pampuro, había acordado con la oposición postergar para marzo su promoción. "Imposible. Milani es el principal informante del Gobierno", fue la respuesta del bloque oficialista, que conduce Miguel Pichetto.

En ese debate, el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, advirtió sobre la creciente influencia de Milani y la "politización de las Fuerzas Armadas. Y sumó otros nombres afines al pensamiento de Milani, al mencionar las designaciones de los generales Francisco D'Amico, en el área de Planes, Programas y Presupuesto; Rubén Ferrari, en Administración y Finanzas, y Luis María Carena, en Remonta y Veterinaria, dirección que se ocupa "del arrendamiento de campos y la cría de animales".
Atribuciones ampliadas

A partir de la resolución 1633/2010, que firmó Nilda Garré un día antes de dejar el Ministerio de Defensa y pasar al área de Seguridad, Milani accedió al cargo de subjefe del Ejército con atribuciones ampliadas. La norma reestructuró la organización de las Fuerzas Armadas y concentró en el subjefe de cada fuerza las funciones referidas al manejo del personal y del presupuesto.

La especialidad de la inteligencia militar requiere un año intenso de formación y posteriores destinos en unidades de esta rama dentro del Ejército. El coronel mayor Scorzelli, nombrado secretario general de la fuerza en junio de 2010, fue anteriormente segundo en la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar.

En ámbitos castrenses se interpreta que la influencia de Milani se explica por las atribuciones que le concedió la ex ministra de Defensa Nilda Garré. Más de un oficial, en tanto, compartió las palabras de despedida del contralmirante Carlos Castro Madero, que el miércoles último, al hacer efectivo su pase a retiro en la Armada, criticó la política de ascensos militares y advirtió que la discrecionalidad quiebra la confianza y la disciplina en la cadena militar.

sábado, 29 de enero de 2011

Los narcos y la CIA. Haji Juma Khan

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Uno de los mayores 'narcos' afganos era informador de la CIA
Juma Khan colaboraba con EE UU y los talibanes






Hasta ayer, Haji Juma Khan, solo era conocido por ser quizás uno de los mayores señores de la droga en Afganistán. En 2008, este narco afgano que ayudó a mantener vivos a los talibanes con armas y dinero, fue detenido y llevado a Nueva York para enfrentarse a los cargos de narcoterrorismo. Lo que no se sabía hasta ahora, es que Juma Khan fue durante mucho tiempo un informador de Estados Unidos que facilitó a la CIA y a la DEA datos sobre los propios talibanes, la corrupción en el Gobierno afgano y otros traficantes de drogas.

CIA
(Agencia Central de Inteligencia)
A FONDO

Sede:
Washington (Estados Unidos)


Afganistán
A FONDO

Capital:
Kabul.

Gobierno:
Administración interina (22-01-2001).

Población:
32,738,376 (est. 2008)

Hacia la democracia
El conflicto de Afganistán
A FONDO

Hacia la democracia



El traficante filtró datos de corrupción en el Gobierno y sobre los islamistas.


Los agentes de estas dos agencias estadounidenses confiaron en sus soplos y le pagaron una gran cantidad de dinero por ello, según funcionarios de Estados Unidos citados por el diario The New York Times.

Durante ese tiempo como espía al servicio de EE UU, el narco consiguió hacerse el amo de la droga en Afganistán. A pesar de que Estados Unidos tuvo noticias de que Juma Khan estaba alcanzando la cima de su carrera en 2006, los agentes de la CIA y la DEA lo llevaron secretamente a un hotel en Washington donde facilitó información a cambio de una condición de agente que implicaba cierta protección. O eso es lo que él esperaba.


Su abogado en Nueva York, Steve Zissou, ha negado que su cliente haya colaborado alguna vez con los talibanes. También ha desmentido haber informado a las agencias estadounidenses. "Se han dicho muchas cosas sobre Haji Juma Khan y casi todo lo que se ha dicho es falso. Él nunca ha sido un enemigo de Estados Unidos y tampoco ha ayudado a los talibanes ni a ningún otro grupo que suponga una amenaza para los norteamericanos".


Lo cierto es que Haji Juma Khan, un traficante analfabeto de cincuenta y tantos años, ha sido uno de los que más han ganado con la invasión del Ejército de EE UU en Afganistán.


La relación del Gobierno norteamericano con Haji Juma Khan ilustra cómo la guerra contra el terrorismo y la lucha contra el narcotráfico suelen chocar, sobre todo en Afganistán, donde el tráfico, la insurgencia y el Gobierno son realidades que se solapan muchas veces. El espionaje de Estados Unidos ha colaborado en otras ocasiones con personalidades sospechosas de formar parte del narcotráfico como Ahmed Wali Karzai, hermano del presidente, Hamid Karzai, y Haji Bashir Noorzai, arrestado en 2005. Karzai siempre ha negado su relación con el narcotráfico.

Por todo ello, la guerra en Afganistán está muy marcada por una perversa paradoja; la información que la CIA y la DEA han obtenido de los narcotraficantes ha servido para luchar contra los talibanes, pero al mismo tiempo ha ayudado a que Afganistán se convierta en un narco-Estado.